CONSEJOS Y NORMAS PARA LA REDACCIÓN DE DISERTACIONES FILOSÓFICAS.
El trabajo que se propone consiste en la elaboración personal y por escrito de una disertación filosófica sobre el tema que cada uno elija, así como realizar una exposición del mismo en clase. Si alguno lo desea puede contrastar su idea de tema con el profesor.
Antes de continuar es necesario aclarar qué significa disertar y en qué consiste una disertación. El diccionario dice que disertar es "hablar amplia y razonadamente sobre un tema. Tratar con autoridad de cierta materia, generalmente hablando en público”, y disertación “discurso o exposición ordenada de un tema o punto particular de una materia más amplia”.
Esto es lo que se os pide. Se trata de que elijáis un tema y probéis a pensar e investigar por vosotros mismos esa cuestión. Razonar no significa en modo alguno decir sin más la opinión personal o criticar la del vecino sin aportar razones bien fundamentadas, se trata más bien de responder preguntas de vuestro interés gracias al ingenio e inteligencia que todos llevamos dentro. Con el ejercicio de la disertación practicamos algo que cada vez con más frecuencia se encuentra secuestrado; nuestra libertad; libertad para pensar sin la tutela de nadie, para generar nuestras propias opiniones sobre la realidad, libertad en definitiva para reconocer la autoridad falsa, infundada o vacía de razones.
La disertación trata ante todo de razonar la propia opinión. Por ello es esencial la estructura de la presentación de nuestra reflexión, porque el que trata de razonar también trata de convencer. Por ello vuestras disertaciones deben ser muy retóricas en el buen sentido de la palabra. No sólo el escritor, el político o el abogado debe utilizar la retórica como un medio para engañar al oyente, una retórica basada en hechos claros y argumentaciones contundentes es útil para todos, desde el científico que debe convencer a sus colegas para que acepten la validez de una teoría hasta el adolescente que trata de que sus padres le permitan llegar a casa un poco más tarde de lo habitual.
A continuación os propongo algunas pautas de preparación y redacción de una disertación que podéis seguir.
• En primer lugar debéis escoger el tema sobre el que queréis trabajar. Es importante que sea un tema concreto, puntual y que esté acotado, para poder abordarlo con la máxima profundidad posible. Os recuerdo que puede caber cualquier cuestión siempre que se haga un planteamiento filosófico sobre ella.
• A continuación debéis plantear el tema en forma de pregunta (p. e. ¿por qué existe algo en lugar de nada?, ¿son falsas las religiones?, ¿sirve la pena de muerte para prevenir la delincuencia?, ¿justifica un fin correcto los medios que se utilicen para llegar a él?, ¿es la democracia el mejor sistema de organización política?, ¿por qué lo que nos gusta a unos, otros lo odiamos?, ¿por qué si sabemos lo que es correcto, a veces no lo hacemos?, ¿es verificable la existencia de nuestra libertad?, ¿pueden los políticos ser honrados?, ¿por qué es fiable el conocimiento científico?, ¿es posible la comunicación auténtica entre las personas?, ¿se puede describir objetivamente un acontecimiento de la realidad?, ¿qué es real?, etc.) De esta manera logramos plantear ante nosotros y ante los demás la cuestión tratada.
• Tras esto debemos tratar de informamos sobre las respuestas ya existentes sobre la cuestión. Es importante porque también podemos aprender de lo que otros han reflexionado sobre dicho tema y porque de este modo nuestro razonamiento puede funcionar más y mejor.
• Mientras o después de esto debemos generar nuestra propia opinión sobre la cuestión que tratamos. No debemos siempre, y por norma, oponemos radicalmente a las opiniones ajenas, aunque en algunos casos sea necesario, nuestra opinión puede ser sin más la misma que otras ajenas aunque introduciendo matices de cierta importancia, que son los nuestros propios.
• Cuando tengamos creada nuestra opinión debemos pensar todos aquellos hechos, argumentos, hipótesis o ventajas que tiene nuestra opinión frente a otras.
• Después debemos pensar y escribir los argumentos, hechos o hipótesis que podrían ir en contra de nuestra opinión (contra-argumentaciones). De esta manera blindamos nuestra posición frente a otros ataques.
• Acto seguido debemos pensar y escribir posibles respuestas a todas y cada una de las contra-argumentaciones.
• Realizados estos pasos previos debemos pasar a escribir nuestra disertación
Resumiendo todo lo dicho, las disertaciones deben ajustarse al siguiente modelo:
1. Presentación en forma de pregunta/as la tesis y el problema que queremos tratar. Debemos también explicar las preguntas para que quede completamente claro el tema.
2. Presentación de nuestra posición, opinión o respuesta a la pregunta/as iniciales.
3. Exposición de las ventajas, hechos, hipótesis o argumentos que avalan nuestra respuesta a la cuestión.
4. Presentación de los mencionados contra-argumentos posibles, probables o reales a nuestra opinión o respuesta.
5. Respuestas a los contra-argumentos
6. Recapitulación breve de todo el proceso anterior.
7. La extensión de las disertaciones realmente no es demasiado importante, con un par de folios, o tres, puede, si está bien trabajado, ser suficiente.
