Aportación de María M.
Hoy en clase, hablando de las escuelas helenísticas y más concretamente
del Cinismo, dijiste alguna curiosidad como la de Diógenes y la que a mi
me llamó la atención y de la que te hago una aportación: la primera
mujer filósofa de la que se tiene constancia escrita, Hiparquía.
Esta
fascinante filósofa nacida en el 346 a.C. y muerta en el 300
a.C.escribió diversas cartas y tratados filosóficos que se perdieron
aunque conservamos sus historias y anéctotas:
Con 15 años decidió
adoptar el manto de los Cínicos (manto porque era su única ropa y casi,
su único bien), introducida en la filosofía por su hermano Metrocles
(alumno de Aristóteles en el Liceo y seguidor de Crates).
Hiparquia
se enamoró de su maestro Crates y amenazó con suicidarse si no se casaba
con ella. Crates, trató de disuadirla enseñándole sus defectos físicos
(su joroba), presentándose desnudo ante ella y diciendo: “este es el
novio, y éstas sus posesiones”. Terminaron casándose. Fue un matrimonio
inusual (consumaron su matrimonio en un portal público ya que “cualquier
acción suficientemente virtuosa como para llevarse a cabo en privado,
no sería menos virtuosas en público”). Tuvieron al menos un hijo,
Pasicles, educado y criado según los valores del Cinismo. Ella no
abandonó su vida de ejercicio durante su embarazo.
Los Cínicos no
tenían ninguna consideración por las instituciones convencionales y
tenían un modo de vida muy duro. Vivían “de acuerdo a la naturaleza”
rechazando bienes innecesarios.
El discípulo de Hiparquia y
Crates, Zenón de Citio, fue el fundador del Estoicismo, que abogaba por
la igualdad de sexos y el amor libre.
Hiparquia alcanzó fama por
sus intercambios dialécticos con Teodoro el Ateísta, que cuestionó la
legitimidad de la presencia de una mujer en un Symposium (ella acudía
regularmente a todas las reuniones de filósofos en las que estaba
Crates). Teodoro preguntó en una ocasión: “Eres la que dejaste la tela y
lanzadera?” y ella respondió: “Yo soy, Teodoro: ¿te parece, por
ventura, que he mirado poco por mí en dar a las ciencias el tiempo que
había de gastar en la tela?” y usó este silogismo para acallar a
Teodoro:
• Cualquier acción que no sería llamada equivocada si la hace Teodoro, no sería llamada equivocada si la hiciera Hiparquía.
• Teodoro no comete falta si se golpea a sí mismo. Por lo tanto, tampoco comete falta Hiparquía si ella golpea a Teodoro.
Teodoro,
al no tener respuesta, trató de arrancarle su capa para avergonzarla en
público. Pero Hiparquia no mostró señal alguna de alarma ni
perturbación, pues su falta del sentido del ridículo era inmutable.
Aquellos enfrentamientos fueron base de una obra titulada Cuestiones de
Teodoro el ateo.
Bueno, espero que no se haga muy pesado
leerlo, pero de verdad, es una mujer genial e innovadora. A veces parece
que todo lo que se hace actualmente es "moderno" pero si miramos la
historia, casi todo está hecho. Ejemplificando esto a parte de con la
lucha por la igualdad de sexos muy presente en nuestra sociedad, con el
apoyo o respaldo del amor libre de su discípulo Zenón.
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