Estos días hemos estado viendo en clase un poquito de ética, un poco rápido, pero vamos a intentar también utilizar este otro medio para poder seguir reflexionando. El filósofo alemán Immanuel Kant, diferencia entre éticas formales y materialesen función de los medios y los fines. Para la consecución de determinados fines o metas debo utilizar mi razón práctica para considerar qué medios son los más adecuados para alcanzar dichos fines, entendiendo como razón práctica el uso de la racionalidad aplicado a las acciones, deliberaciones, decisiones, etc. Según Kant, las éticas materiales son las que proponen un fin que se plantea como Bien Supremo, y además las mejoesr vías para conseguirlo, es decir, los medios. En cambio, las éticas formales prescinden de toda finalidad material, de todo “Bien Supremo” y por tanto de la reflexión sobre los medios, tan sólo se centra en el tipo de argumento que es necesario hacer antes de actuar. Se centra en la forma en que se debe realizar nuestra reflexión.
A partir de aquí, traemos al pensador pionero de la filosofía política realista o “científica”, Nicolás Maquiavelo, quien propone en su obra El Príncipe la teoría y la práctica para conseguir el poder y mantenerse en él por medio del ejercicio de las virtudes políticas, desde el enfoque de la separación radical entre ética y política. Uno de los axiomas maquiavélicos es que el fin justifica los medios; por tanto, si aplicamos el axioma maquiavélico, uno puede (y debe) hacer cualquier cosa, aunque vaya en contra de los principios de la ética, con tal de conseguir los fines propuestos. Veamos el texto:
“Pero, siendo mi propósito escribir algo útil para quien lo lea, me ha parecido más conveniente ir directamente a la verdad real de la cosa antes que a la representación imaginaria de la misma. Muchos se han imaginado repúblicas y principados que nadie ha visto jamás ni se ha sabido que existieran realmente; porque hay tanta distancia de cómo se vive a cómo se debería vivir, que quien deja a un lado lo que se hace por lo que se debería hacer, aprende antes su ruina que su preservación: porque un hombre que quiera hacer en todos los puntos profesión de bueno, labrará necesariamente su ruina entre tantos que no lo son. Por todo ello es necesario a un príncipe, si se quiere mantener, que aprenda a poder ser no bueno y a usar o no usar de esta capacidad en función de la necesidad.” (MAQUIAVELO, El príncipe)
En la actualidad podemos encontrar muchos ejemplos de maquiavelismo político, social y de todo tipo ¿cuantos de vosotros no habéis pensado en alguna ocasión que un aprobado bien justifica copiar, o que para librarse de un castigo es posible engañar, o al menos no decir toda la verdad?
La polémica está encima de la mesa: ¿EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS?
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