domingo, 6 de marzo de 2011

El yo escurridizo


Os propongo un pequeño ejercicio de reflexión filosófica, casi un juego. Ya se que ahora andáis un poco liados con exámenes, especialmente en 1º, pero bueno, ahí lo dejo, por si en algún momento le podéis echar un rato.

Lo puedes intentar en casa, o incluso en el autobús. Puedes hacerlo con los ojos cerrados o abiertos, en una habitación silenciosa o en una calle ruidosa. Sólo tienes que hacer esto: identifícate.

No quiero decir que te levantes y digas tu nombre. Me refiero a que te captes a ti mismo, no sólo las cosas que haces o experimentas. Para hacerlo, concentra tu atención en ti mismo. Trata de localizar en tu conciencia el «yo» que eres, la persona que está sintiendo calor o frío, pensando tus pensamientos, oyendo los sonidos que te rodean, etc. No te estoy pidiendo que localices tus sentimientos, sensaciones y pensamientos, sino a la persona, el yo que los está teniendo.

Debería ser fácil. Después de todo, ¿hay algo más cierto en ese mundo que tu propia existencia? Incluso si todo cuanto te rodea es un sueño o una ilusión, tú debes existir para tener el sueño o la alucinación. Por tanto, si diriges tu mente hacia el interior e intentas darte cuenta sólo de ti mismo, no deberías tardar mucho en en¬contrarlo. Adelante. Inténtalo.

¿Ha habido suerte?

Fuente: David Hume, Tratado de la naturaleza humana



A ninguno nos cabe la duda de nuestra existencia, incluso los más escépticos tenemos la seguridad de nuestra existencia. Pero ¿qué significa eso?, ¿qué es lo que hace que yo sea yo?, ¿mi nombre?, ¿mi cuerpo?, ¿mis actos?, ¿mis emociones y sentimientos?, ¿mis pensamientos?, ¿mi apariencia externa, ropa, peinado?, ¿si no pudiera utilizar mi cuerpo seguiría siendo yo?, ¿soy el mismo que ayer?, ¿soy el mismo que hace diez años?, y dentro de diez años ¿seguiré siendo el mismo?, ¿sería el mismo si hubiera nacido en otro país?, si de repente todo el mundo a nuestro alrededor desapareciera, ¿seguiría siendo el mismo?, ¿soy mi cuerpo o tengo un cuerpo? ¿Puedo ser el mismo sin ser lo mismo?

1. Resumiendo, ¿quién o qué soy yo?

2. Todos conocemos el famoso axioma cartesiano “pienso luego existo”, reconstrúyelo a tu manera: “…………., luego existo”.

3. ¿De qué manera puede influir en nuestra vida, si es que lo hace, el hecho de que tengamos una u otra concepción del yo? ¿Cambia eso lo que puedo conocer, o lo que puedo sentir? ¿cambia mi manera de estar en el mundo? , ¿cambia mi forma de entender y de relacionarme con los demás?

2 comentarios:

Mary dijo...

Como te he dicho hoy, no sé quién soy...
Solo llego a una conclusión muy clara: NO TENGO NI IDEA DE QUIÉN SOY.
Sinceramente, hasta hace nada creía que sabía quién era. Descubrí que en realidad no lo sabía un día en clase de Filosofía. Me tocaba corregir un ejercicio que decía: "pon un ejemplo de verdad absoluta". A lo que yo contesté: "Yo soy Mary" Dijiste varias cosas que me hicieron dudar y propusiste a la clase que me convencieran para que llegara a la conclusión de que yo no era yo.
Por el fondo se oía: "te cambiaron al nacer", "crees que eres Mary pero has vivido engañada toda la vida"...
En fin, cosas que no sirvieron para nada porque ya me había convencido de que realmente no sabía quién era, y por mas que lo pienso no encuentro una respuesta.
¿Hay algún truco para saber quién soy?

Por cierto, en mi blog he publicado una entrada con ese motivo, que ya que estamos hago un poco de publicidad, aunque creo que ya has entrado.

Julio Blanco dijo...

No, Mary, no hay trucos para saber quien eres. Al menos yo no los conozco. Sólo hay tiempo y autenticidad. Eso es lo grande del ser humano, que nos pasamos la vida conociéndonos y no te creas que terminamos de hacerlo del todo. Cada persona es un auténtico universo.